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Del libro de la Maestra Suprema Ching Hai “Secretos para una práctica espiritual sin esfuerzos”, Parte 2 de 2

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Después de algún tiempo de más esfuerzo y sinceridad. Dios nos llevará a la Tierra de la Risa. Es en donde tenemos muchos chistes y todo es gracioso para nosotros.

En realidad, practicamos duro solamente para alcanzar el punto de relajamiento para que podamos disfrutar de lo que somos y de lo que tenemos en cualquier circunstancia. Entonces podemos abrir nuestros corazones y tolerar cualquier cosa y podemos sentir la Naturaleza de Dios en todos los seres así que no menospreciamos a nadie. Podríamos menospreciar sus hábitos o sus malas maneras acumuladas, pero no los menospreciamos a ellos. Aún si no nos gustan sus hábitos, nos agrada la persona todo el tiempo.

Algunos practicantes espirituales están muy satisfechos, animados y a gusto porque nada está atascado en sus mentes. Ellos son más ingeniosos y no sienten ninguna restricción o presión. Por ende, no necesitan dormir mucho y todavía permanecen muy relajados y energéticos. Verdaderamente es así. Si recuerdan, cuando estamos felices, alegres, no importan la razón, no importa si estamos con amigos, esposo, esposa o niños, podemos hablar felices toda la noche. Aun cuando hayamos dormido solamente durante una o dos horas, todavía sentimos que estamos llenos de energía. Pero cuando somos miserables, llevando una conciencia de culpabilidad, o cuando llega el karma, nos sentimos muy, muy cansados, sin importar cuánto hayamos dormido. Es por esa razón que les dije esta mañana que se relajen, relájense, relájense. Amen a su familia, verdaderamente ámenlos y ellos los amarán a ustedes, también. Entonces, debido a este amor, nos sentiremos muy motivados y felices. Será fácil para nosotros aceptar a las personas desde afuera y amar a los demás. Inténtenlo cuando regresen a casa. Este es el camino para ser feliz.

La mayoría de las personas le deben su éxito en su carrera a tener una familia segura. Los miembros de sus familias tienen más afecto entre sí. Ellos son más unidos y cooperadores, y no son complicados. Ambos el esposo y la esposa crean una atmósfera amorosa así no son fácilmente afectados por tribulaciones externas. También ellos no se perturban fácilmente. Cuando estamos felices, no nos importan tanto los errores de los demás. No nos interesa o nos preocupa. Si rehusamos el amor de nuestras familias, rehusamos el amor de la gente cercana a nosotros. entonces no seremos exitosos en lo que sea que hagamos. Nos sentiremos tan miserables que no podremos soportarnos ni siquiera a nosotros mismos; y por supuesto, no podemos soportar a otras personas. Los desórdenes y problemas en la sociedad todos vienen de la disonancia en casa. Es debido a que no tenemos buenos amigos que estén dispuestos a hacer sacrificios, a ofrecerse compasión entre ellos, a aceptarse entre sí y respetarse entre sí. No tenemos a nadie quien verdaderamente nos conozca bien y pueda ser un amigo de por vida. ¿Comprenden? Esa fue la razón por la cual dije que no convirtieran su hogar en un infierno. Porque vivimos en él, necesitamos cuidar de él, organizarlo, repararlo, hacerlo ver hermoso y convertirlo en un Cielo.

No es por compasión o amor fraternal que amamos a otros. Amamos a otros porque queremos estar cómodos y felices. Mientras más ofrecemos nuestro amor a otros, más nos amarán los demás. Cuando todas las personas se amen unas a otras, ¡cuán cómodo será!
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